El interés por los problemas de la narración, la experiencia en el trabajo con actores y una constante preocupación por la representación, le han dado un estilo de notable originalidad en el que, cruzando los límites entre ficción y documental, siempre prevalece la calidez y la intimidad de sus personajes. Esa marca se ha ido impregnando en todas las películas de Cactus y ha llevado a la productora a los grandes festivales de cine del mundo.